El auto se averió, las sirenas de la policía se escuchan detrás mío,no tengo opcion.

Rápidamente apartó el vehículo a la orilla del camino, tomo mí linterna y me interno En la única posibilidad que tengo de huir, un bosque.

No quiero entrar, no me gusta ni la oscuridad ni el ambiente que me da este lugar, me da una muy mala espina, sin embargo, el coche de policía que se acaba de estacionar a pocos metros de mí, me hace reconsiderar mí posición.

—!Alto ahí basura!—

Aquel policía le estaba hablando a la nada, yo ya me había internado.

Enciendo mí linterna, solo puedo ver pasto y árboles frente a mí, ninguno tiene hojas.

Pero algo más escalofriante llama mí atención, aves extrañas me miran, miles de aves están paradas En las ramas de aquellos árboles calvos.

Sus ojos amarillos que son la única luz En la noche además de la débil iluminación que produce mí linterna delata a las aves, son búhos, miles y miles de buhos, parados En los árboles, todos y cada uno de ellos está mirándome.

Sigo caminando, tratando de huir de la ley, sin embargo, no sé porque, pero siento que el negro de la oscuridad, se hace más negro a medida que avanzó por este bosque.

Escucho el sonido de hojas crujiendo debajo de mis pies, hojas muertas, esto no es posible, estamos En primavera.

El bosque se hace cada vez más cerrado, sigo avanzando y lo único que logró ver son búhos, están por todos lados, En todas las ramas de todos los árboles.

Me empiezo a hiperventilar, definitivamente algo aquí no estaba bien, no estaba nada bien.

Escucho pisadas, no son mias, no traigo mí pistola, la dejé En el auto, solo me queda huir.

Comienzo a correr desesperadamente En las oscuridad, con el único consuelo de mí linterna, mí única compañera.

Al menos así era, En un instante, caigo al suelo con mucha fuerza, no me resbale, me choque con algo, estoy seguro de que era una pierna.

Siento raspones en mis rodillas, y abro los ojos para darme cuenta de que estaba a oscuras, solo iluminado por los ojos amarillos de los búhos.

—¿Le temes a la oscuridad?—

Una voz grave y profunda pronuncia esas palabras, entonces me doy cuenta de que no solo estaba En la horrible oscuridad, si no que tampoco estaba solo.

El miedo que me provoca hace que me agarré a un árbol y comienze a llorar desconsoladamente.

—¿Le temes a la oscuridad?, ¿O a lo que hay En ella?—

De repente, una mano fris toca mí cuerpo, lloro más fuerte, hasta que más manos me Toquetean, comienzo a gritar de miedo.

Entonces, cuando sentía que las manos frías iban a tocar mí cara, una milagrosa luz aparece.

—Conque aquí los escondiste, te espera un largo juicio basura-

La luz muestra como En frente mío están todas mis victimas, muertas, con sus manos tocandome.

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