No te volveré a fallar, te lo juro; déjame marchar y te lo demostraré.
No sabía quién era el objetivo. No nos los dijeron. Nos aseguraron que la orden provenía directamente de ti. Si lo hubiese sabido… Si me hubiese dado cuenta a tiempo.
¡Déjame vivir! Encontraré a los responsables. Te traeré sus cabezas, las de su familia, las de sus aliados; ¡lo que quieras! Se arrepentirán de habernos tendido esta trampa; pero por favor: para esto. No puedo más.
Siempre te he sido leal. Te he ayudado cuanto he podido, he sacrificado todo cuanto tenía por nuestro bien. Ya sabes cuánto he dado, cuánto he dejado atrás. ¡Recuerda lo que tuve que hacerle a Caroline! Y a Mochito, ¡maldita sea, era mi hijo, mi propia sangre! Y todo lo hice por ti. Para protegernos, para seguir adelante.
Entiendo tu ira, entiendo que quieras vengarte, de verdad que lo sé. Pero no puedo continuar así. Sé que me has dado caza desde que murió. Por favor entiende que no sabía quién era. Sé que me has seguido día a día, hora a hora, minuto a minuto. Has rastreado cada movimiento, has limpiado cada sitio por el que he pasado. Por Dios, he visto en las noticias lo que hiciste en ese colegio… ¡¿En qué pensabas?! Ellos no sabían que me ocultaba allí, ¡no tenían ni idea! Y sé que estabas allí la noche en que ardió la iglesia, sé que me viste salir, oí silbar tu canción.
Sé que has estado acechándome. Sé que me has permitido vivir día tras día. Pero sé que eso tiene un final.
Créeme, te juro que he aprendido la lección. Se lo que pretendes. Pero no puedo seguir huyendo. Llevo semanas sin dormir, mi cuerpo no aguanta más. Escribir esto sobre mi piel es la única forma de hablarte sin antes morir. No puedo comer, no puedo dormir; no me dejas vivir. Solo correr. Correr y esconderme. Temer y huir... He perdido la cuenta de los días. ¿Lo estás disfrutando, verdad? Estoy seguro de que oí tu risa cuando vacié el cargador contra la puerta cuando aquel gato bufó en el callejón. Seguro te relamiste. Sé que no te basta con matarme, quieres hacerme sufrir, torturarme hasta que puedas desmembrarme con tus propias manos.
Te lo imploro: déjame marchar. No puedo más. ¡Me voy a volver loco! Sé que no podré resistir una noche más, mis fuerzas me abandonan, por favor, sé que voy a caer rendido, estoy extenuado, por favor, no lo hagas. Si caigo esta noche no lo hagas. Si mi cuerpo se rinde no lo hagas. No puedo aguantarlo más. Veo tu cara en cada sombra. Escucho tu risa en cada ruido. Cada sobresalto de mi corazón es un infarto abortado que quiere sacarme de aquí. Por favor perdóname. Si caigo dormido no me mates. Déjame marchar. Déjame vivir. Yo les hare sufrir por ti. Lo prometo.
Recuerda lo que somos.
Perdóname.
Recuerda que soy yo, tu hijo, Max.
Comentarios
Tienes que estar registrado para poder comentar